TRANQUILIDAD

5.2.17

Una cosa tan simple, tan sencilla y a la vez tan compleja. Creo que la tranquilidad es infinitamente mejor que la felicidad. Te aporta una sensación única, agradable y satisfactoria. No hay nada mejor en el mundo que la tranquilidad.

Dormir con la conciencia tranquila, respirar profundo, sentir que fluyes que no hay pesos dentro de ti. Ese instante que el aire acaricia tu cara que nada te preocupa. Eso, es maravilloso.

A lo largo del día nos enfrentamos a muchas situaciones, algunas de ellas inesperadas que nos proporcionan una cierta inquietud. Crecernos ante ellas, superar obstáculos, superar nuestros miedos, es tranquilidad.


La felicidad es algo más exiguo. La felicidad dura muy poco,  son pequeños instantes, una visita inesperada, un mensaje de texto de una persona especial, encontrar alguna cosa que dabas por perdida.  Nadie es feliz durante mucho tiempo. De hecho, creo que alargar ese sentimiento más nos aleja de ella.

Por eso considero que la tranquilidad es la mejor de las sensaciones. Vivir tranquilo es una forma de vida, de entender el mundo... pero sobre todo de entenderte a ti mismo.
La vida puede ser más o menos estresante, puedes trabajar más o menos, tener más o menos amigos. Da igual. Si crees en la tranquilidad, al cerrar los ojos con sólo respirar la sentirás, la verás dentro de ti.


La mejor terapia, la mejor solución es vivir de esta manera. Esa sensación de sosiego es una de las cosas que más valoro ya que una vez que pierdas esa sensación tan plena es muy difícil de recuperar. Requiere mucha concentración, compromiso y esfuerzo.

Por eso, al contrario que la felicidad que entendemos compartirla con la familia, con nuestra pareja, etc. La tranquilidad no se la debemos dejar a nadie porque es lo más gratificante que podemos tener, debería ir innato a nosotros siempre.

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